Diversos estudios han comprobado que el consumo elevado de estos productos en menores, sobre todo los procesados, está fuertemente vinculado con la obesidad, hipertensión o diabetes en el futuro, pero muchos padres siguen utilizando los jugos como parte de la dieta diaria de los pequeños, por ello la importancia de regular este consumo.
En el 2001, tomar jugo de fruta, tanto naturales como industrializados, no era recomendado para los menores de seis meses, pero ahora se han determinado que debe subir hasta el año. Este es el primer cambio que se produce desde 2001. Según el organismo se debe priorizar el consumo de fruta entera, ya que tiene un mayor aporte de vitaminas y nutrientes y tiene más fibra y te llena más que un simple jugo. El consumo de jugos tiene que estar, por lo tanto, limitado, dependiendo de la edad del niño.
“Para los niños mayores de un año y que médicamente estén saludables, nuestro consejo es que consuman jugo natural con moderación y que nunca supere el 50% de la fruta total diaria que debe consumir el menor”, explican. Esta recomendación se debe al gran número de estudios que han concluido las consecuencias del consumo de jugos como son la caída de dientes o la ganancia o pérdida de peso.
La Academia de Pediatría Americana recomienda también que los niños entre uno y seis años no deben consumir más de 170 ml de jugo 100% natural al día y para los que tienen entre siete y 18 no debería ser mayor a 340 ml, lo que equivale a dos jugos diarios. Además, investigadores del Centro de Prevención y Control de Enfermedad aseguran que los niños menores de cinco años prefieren el consumo de zumos que la fruta entera.
"Este comportamiento debe cambiar y sobre todo para los menores de un año” finalizan.
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