Los expertos en la materia nos brindan algunos consejos que pueden ayudarnos a crear hábitos de sueño saludables en los niños. ¡Toma nota!
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Haz que el peque haga alguna actividad física durante la tarde, desde jugar en el parque, hasta nadar o hacer algún deporte. Las actividades al aire libre mejoran la concentración, la salud cardiovascular y la respiratoria, además de relajar a los niños y propiciar su descanso nocturno.
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Dale un baño tibio al acabar el día ya que, generalmente, esta rutina tiene un impacto positivo en la calidad del sueño, reduce el estrés y favorece la relajación.
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Dale una cena nutritiva pero ligera, e intentar no llevarles a la cama con el estómago lleno.
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Utilizar colchones y sábanas de tejidos suaves y transpirables, que ayuden a regular la temperatura y eviten el sudor.
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Baja las persianas para evitar que la luz exterior les impida conciliar el sueño o les despierte demasiado pronto. Expertos del Instituto del Sueño explican que la melatonina es una sustancia que se segrega en la oscuridad para “avisarnos” que debemos dormir, de ahí lo complicado que a veces les resulta a los niños poder dormir si ven luz fuera.
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La habitación debe encontrarse a una temperatura de entre 20-22 grados de media.
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Evita el uso de dispositivos electrónicos como celulares o tabletas muy cerca de la hora de dormir.
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Las siestas de los niños mayores de tres años no superen las dos horas ni se hagan demasiado tarde.
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