Es un estado muy común en el embarazo las constantes ganas de ir a orinar, pero ¿por qué ocurre? Uno de los principales motivos es el aumento del volumen de líquidos en el cuerpo, este incremento provoca que los riñones trabajen constantemente para eliminar las sustancias que no necesita, haciendo que la frecuencia de las micciones aumenten.
A medida que avanza el embarazo y aumenta el tamaño del útero, también aumenta la presión sobre la vejiga en la última etapa del embarazo, provocando que deba vaciarse con mayor frecuencia.
Y en las últimas semanas, cuando la pancita desciende, ejerce mayor presión sobre la vejiga y de hecho son habituales las pérdidas de orina, que pueden suceder por un estornudo o una carcajada, por lo que es recomendable que protejas tu ropa interior con una pequeña toalla sanitaria o protector diario.
Aunque notes que vas con más frecuencia al baño, no dejes de tomar agua ya que de esa forma estás sacando las toxinas y reduces la incidencia de cálculos renales.
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