Estos accesorios han sido usados desde hace mucho tiempo en Estados Unidos. Llamadas “kid leash”, estas correas o arneses han sido adoptados por otros países como México. Aunque con ello se ha generado muchos puntos de vista en contra y otros a favor.
Algunas personas creen que es como tratar a los niños como perros y evitar el contacto piel a piel con su cuidador. Pero para otros papás, son una forma eficaz de prevenir sustos como secuestros, perderlos en algún lugar público y con mucha gente y les da mayor seguridad al salir a la calle cuando los niños quieren salir corriendo a la menor provocación. Otros comentan que lo usaron desde que tienen más de dos hijos y cuando las manos ya no son suficientes para cuidarlos a todos.
La pediatra Romina Spasar comenta que “En mi opinión el uso sistematizado de la correa no es bueno porque el niño pierde el contacto piel a piel con sus padres o persona que lo cuide. Es importante que se sienta cuidado y protegido. El aprendizaje, por ejemplo, sobre cómo cruzar una calle es fundamental, para que a medida que crezca esté atento a cómo hacerlo o por donde caminar. Es importantísimo el contacto y el afecto para eso”. Pero también comenta que "como por ejemplo un parque de diversiones, se puede utilizar, o en el caso de tener más de dos o tres niños al cuidado es válido”, agrega la profesional.
¿Tú que opinas? ¿La usarías?
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