Debido a su fisiología, los bebés tienen un mayor porcentaje de agua en su cuerpo (de alrededor del 80%) y su equilibrio es mucho más débil, aumentando el riesgo de deshidratación, es decir una pérdida excesiva de líquido corporal. Te decimos cómo reconocer los síntomas de deshidratación en el bebé.
Fontanelas hundidas
Estas zonas blandas del cráneo se ven más hundidas de lo habitual.
Orina menos
Si tu bebé moja menos pañales de los que comúnmente le cambias, es otro signo visible.
Orina más oscura
Además de lo anterior, la orina también se ve más oscura e incluso tiene un olor más intenso de lo habitual.
Está estreñido
Si las heces son más duras y secas de lo normal, es otro signo de alerta.
Boca y lengua secos
Puedes sentir que su lengua está áspera y la piel de los labios se ve muy seca y hasta de un color más pálido.
Sueño e irritabilidad
Se puede mostrar menos activo, son sueño y apático y apenas tiene fuerzas para moverse, se ve aletargado.
Pérdida de peso
Un bebé deshidratado pierde hasta el 5% de su peso.
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