La verdad es que no existe suficiente evidencia que pruebe que al ocurrir un temblor una embarazada provoque inmediatamente la labor de parto, provocando que este sea prematuro. No obstante, el estrés que sufre una mujer ante un desastre natural podría provocar que entre en labor antes de tiempo.
Algunos expertos opinan que durante un sismo es más probable que haya partos prematuros, debido a que el cerebro segrega líquidos como la adrenalina, la cual restringe el flujo del oxígeno y nutrientes que recibe el bebé,lo que provoca que comiencen las contracciones antes de tiempo.
Por otro lado, esto depende mucho del temperamento de cada mujer. Cada una es diferente y reacciona de manera distinta ante los siniestros.
Lo que aconsejan los expertos es que, si una embarazada experimenta algún cambio o señal de parto (aunque no se traten de contracciones) acudan inmediatamente a una revisión médica para descartar un parto prematuro. Es importante para valorar su estado de salud y el de su bebé.
También es importante mantenerse lo mayor tranquilas posibles, ya que la evidencia médica señala que emociones relacionadas con los temblores y otros siniestros, como estrés, ansiedad y depresión, pueden afectar al bebé con problemas de hiperactividad, carácter impulsivo y menor tolerancia al estrés.
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