Ashly Moreau es una madre que vivió un parto sorpresivo mientras estaba en el cuarto de baño. No era un buen momento, ya que su pareja estaba de viaje y estaba sola con Jayden, su hijo de diez años, y Remi, su hija de 11 meses.
El bebé venía de pompas y como no hubo tiempo para ir al hospital, Jayden asistió a su madre en el parto de emergencia y salvó la vida de su hermano que no respiraba al nacer.
El niño vio que su madre estaba en un charco de sangre pero mantuvo la calma y sabía que sólo él podía ayudar a su mamá. "Estaba llorando, pero traté de mantener la calma. Jayden estaba tan tranquilo que me hizo estar a mí más tranquila. Pude ver que estaba asustado, pero sabía que tenía que hacerlo", relata la mamá.
Jayden tiró suavemente de los pies de su hermano Daxx para que pudiera nacer, y cuando finalmente asomó su cabeza notaron que no respiraba. Así que siguiendo las instrucciones de su mamá, fue a la cocina a buscar un aspirador nasal de su hermana pequeña con el que consiguió bombear la nariz del recién nacido y lograr que respirara. En ese momento llegó el servicio de emergencias y todo terminó con una buena noticia.
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