Un equipo de investigadores de la Universidad de Minnesota estudió el comportamiento de un grupo de niños de entre cuatro y seis años de edad sobre la concentración en tareas escolares. El estudio reunió a un grupo de 180 niños de entre los cuatro y los seis años y se les asignó una tarea de computadora bastante aburrida.
Se dividieron en tres grupos, a los niños del grupo 1, se les pidió que trabajaran en su tarea concentrándose plenamente en ella, y que continuamente se preguntaran "¿estoy trabajando duro?". A los niños del grupo 2, se les pidió lo mismo pero identificándose con una persona imaginaria a la que llamaron Hannah, y se les invitó a formularse la pregunta, "¿está Hannah trabajando duro?" y a los niños del grupo 3, se les pidió que se disfrazaran del personaje de ficción que eligieran y que realmente pensaran que trabajaba duro.
Los resultados del grupo 2, el que se identificaba con una tercera persona imaginaria, fueron significativamente mejores que los del grupo 1, a los que se pidió que fueran ellos mismos, pero los del grupo 3 son los que presentaron mayor esfuerzo y concentración. Por lo que llegaron a la conclusión que los los niños disfrazados se identificaron con los rasgos de carácter del superhéroe o personaje al que querían imitar.
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