Uno de los juegos favoritos de los niños es disfrazarse y representar otros papeles. Incluso hay pequeños que tienen toda una gama de disfraces en su ropero, o ellos mismos crean diferentes vestuarios y atuendos para jugar.
¿Pero por qué les gusta tanto disfrazarse? Cuando se visten con otras ropas, los niños se ponen en lugar de otros, lo que también les ayuda a exteriorizar sus emociones y sentimientos y a vencer sus temores.
Por ejemplo, un niño que juega al doctor y pone una inyección a su osito, es más probable que supere el miedo a las inyecciones que un niño que no juega de esta forma.
Jugar a disfrazarse tiene muchos beneficios. Aquí te presentamos los más importantes:
-Favorece el pensamiento simbólico; es decir, ayuda a entender a los niños cómo funciona el mundo que los rodea.
-Estimula la creatividad.
-Beneficia la observación y la imitación, pues el niño prestará mayor atención a un personaje, especialmente si lo admira, para poder imitarlo.
-Prepara a los niños para la etapa adulta.
Pon atención en la elección de lo que le gusta disfrazarse, porque puede hablarte sobre los rasgos su personalidad.
Si a tu peque no le gusta disfrazarse, ¡no lo presiones! pues los beneficios se dan cuando el niño lo hace por libre elección.
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