El popular ratoncito Pérez fue creado por el jesuita Luís Coloma para consolar al joven rey español Alfonso XIII tras perder un diente con ocho años de edad. Coloma imaginó a un pequeño roedor que vivía con su familia dentro de una lata de galletas en la entonces famosa confitería Prats, a poco más de cien metros del Palacio Real de Madrid.
El Ratoncito Pérez es un personaje muy popular entre los niños españoles y latinos. La tradición es igual a la del hada de los dientes de los países germanos: cuando a un niño se le cae un diente de leche, lo pondrá debajo de la almohada y, mientras duerme estos personajes mágicos, duendes, hadas o ratones se lo cambiarán por dulces o monedas, lo que genera gran ilusión en los niños.
Los expertos comentan que esta costumbre del dinero debajo de la almohada puede “ser una oportunidad para introducirlos en la idea del ahorro y que sepan que al juntar algunos billetes o monedas ellos podrán comprarse lo que quieren”. También es una manera de “explicar de una forma concreta y didáctica el orden de los números".
Es la mejor manera de enseñar a los niños la dinámica social del intercambio del dinero y que aprendan sobre las nociones de ahorro y esfuerzo, comentan expertos.
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